Título: Cuando te Encuentre
Título original: The Lucky One
Autor: Nicholas Sparks
Editado en España por: rocabolsillo
Sinopsis:
Una historia inolvidable sobre las sorpresas
que nos da la vida y el poder que tiene el destino para guiarnos hacia el amor
verdadero.
Durante su tercera misión en Iraq,
el soldado estadounidense Logan Thibault encuentra la fotografía de una joven
sonriente enterada en la arena del desierto. En la base, nadie la reclama y él
acaba guardándola. De repente Logan empieza a tener suerte: gana en las
partidas de póquer, sobrevive a un ataque que mata a dos de sus compañeros…
De vuelta a E.E.U.U., Logan buscará
a la mujer retratada pero desde luego no se espera a la persona fuerte pero
vulnerable con la que se topa en Hampton, Carolina del Norte. La atracción que
siente por ella le pilla desprevenido así que acaba manteniendo en secreto la
historia de la fotografía, su amuleto. Un secreto que puede terminar
destruyendo la maravillosa historia de amor que acaba de comenzar.
Crítica
personal (puede haber spoilers):
El ex marine Logan Thibault llega, tras recorrerse caminando el país
prácticamente de punta a punta en compañía de su pastor alemán, al pequeño
pueblo sureño de Hampton (Carolina del Norte) con la esperanza de localizar a
la mujer de la foto que se encontró en Iraq que tanto cambió su vida y su suerte,
tras indagar en las pocas pistas que le facilitaba el mismo retrato; movido por
las palabras de su amigo y compañero también ex marine Victor, quien creía que
la foto le había dado fortuna (en especial a la hora de sobrevivir a numerosas
muertes) y que está en deuda con la retratada, con la obligación de darle las gracias
y compensarle lo que ha hecho por él sin saberlo.
Y finalmente la encontrará. Beth, maestra de primaria de profesión, vive
con Nana, su abuela, y con Ben, su hijo de diez años. Una mujer fuerte pero
vulnerable que se quedó embarazada en su último año de instituto y cuyo matrimonio
acabó al poco de nacer Ben.
Por otro lado está Keith Clayton, ayudante e hijo del sheriff, de
carácter bravucón, un hombre con un gran complejo de “soy el rey del mambo” por
el hecho de que toda su familia tiene poder e influencia en ese pueblo. Además,
es el ex de Beth y padre de Ben. Es capaz de desplegar la inmadurez de un
adolescente a pesar de su edad, así como
las peores obsesiones que puede llegar a lucir el ser humano. Desde el comienzo
será evidente que nunca hará buenas migas con Logan.
Lo que no estaba previsto en las intenciones de Thibault, al empezar a
trabajar en el centro de adiestramiento canino que regenta Nana para devolverle
a la nieta de ésta el favor y sin revelar aún la posesión de la foto, es que se
fuese enamorando de Beth. Y aunque ella se muestra en un comienzo distante y
recelosa (un completo desconocido, además ex marine, que sin motivo aparente se
ha recorrido largos kilómetros a pie hasta llegar a ese pequeño pueblo, y que
acepte un empleo tan trabajoso como poco remunerado), al final se irá quitando
esa coraza de recelo poco a poco, cuando va viendo que tipo de persona es Logan
y la química que va fluyendo entre ambos, y más ante la natural y sincera simpatía
que van mostrando Nana y Ben hacia él. Pero allí estará Clayton, la pieza
principal que hará que esta historia no sea única y especialmente idílica; a
parte de la posesión de esa foto, la cual Thibault considera tan importante
como un peligro muy potencial en esa naciente relación si llegase a
conocimiento de Beth de ese único secreto que crece día a día.
La trama es muy intensa y tierna, fluida y amena, bastante visceral pero
detallada en su justa medida y sin excesos… El estilo y la creatividad de
Nicholas Sparks me han tenido bastante enganchado, haciéndome disfrutar poco a
poco cada página. Es una historia romántica, desde luego, pero también nos
adentra en las vivencias a parte de lo que va surgiendo entre Thibault y Beth.
Están muy presentes los recuerdos y las escenas retrospectivas de Logan
de su tiempo como marine, que también nos permite conocer mejor su pasado; los
años en los que estuvo en Iraq no fueron fáciles, como es lógico estando en una
zona conflictiva donde su vida corría constante peligro, incluso con la buena
suerte que empezó a disfrutar tras el descubrimiento y posesión de la foto.
Beth no ha estado como Logan años con la vida pendiente de un hilo y viendo la
muerte como el pan nuestro de cada día, pero tampoco ha tenido una vida idílica
por un largo cúmulo de infortunios que podría pasarle a cualquiera, incapaz de
rehacer su vida por más que lo intentara.
Pero ambos son personajes fuertes que han sabido no derrumbarse ante las
adversidades.
Los personajes (y las situaciones en general) han sido santos de mi
devoción.
Logan no se aleja mucho del ideal de hombre perfecto y mañoso en muchas
cosas (a pesar de vestir muy informal y lucir greñas tras dejar el ejército),
pero en él hay sencillez y naturalidad, sabiendo sus propias cualidades y
virtudes pero con la humildad de no vanagloriarse de éstas. Pese a su
tranquilidad y temple, por sus acciones demuestra rectitud y bondad, e incluso
capacidad de sacrifico y arrojo por la gente que aprecia.
Beth es fuerte pero vulnerable, entregada a su amada y pequeña familia.
Cuando empieza a olvidar tanta prudencia recelosa hacia Thibault, tras
conocerle mejor, desnuda su alma sobre él, sintiéndose más viva a su lado; y
con él, por primera vez en muchísimo tiempo, sentirá cosas que ya consideraba
prácticamente olvidadas. Cuando ella se lo propone puede mostrar la fuerza y
arrojo interior que no siempre saca a relucir, aunque sus propios fantasmas no
se lo pongan fácil.
Clayton, la cruz de la cara de Logan, se ganó a pulso mi tirria y asco en
cada línea suya, aunque en un momento de la historia llegó a sorprenderme
bastante. Algo chapado a la antigua, desde el primer capítulo deja patente un
gran amor por su propio ombligo (y el órgano que tiene más abajo, tanto en
sentido literal como metafórico) y que se cree con derecho a lo que le venga en
gana, en especial en lo que respecta a Beth. Va de flor en flor, pero aún así
se cree dueño de su ex (en especial porque es la madre de su hijo). Con Ben se
siente más bien incómodo y a penas conectan porque es el típico padre falócrata
que quiere que su hijo sea bueno en los deportes, contrario a sus gustos más
intelectuales y virtuosos que considera poco varoniles y motivo de vergüenza. Lo
que me hace gracia de este personaje es su fobia a Zeus (explicada en el primer párrafo), el cual le hace sentir
cohibido desde el principio.
Y diréis… ¿quién es Zeus? Pues
el pastor alemán de Logan, que desde luego es un personaje más, tan real y
“humano” como el resto. Adoro esta raza, y si no me gustase me habría empezado
a gustar gracias a este chucho que se gana el cariño de todos (salvo Clayton),
en especial el de Ben.
Ben es un niño muy bueno y no especialmente travieso, inteligente, alegre
y afectivo pero un tanto retraído a veces, que le gusta leer y jugar al ajedrez.
A su edad, recién entrado en la preadolescencia, muestra mucha madurez y
sensatez; se guarda muchas cosas para sí, como lo infeliz que en verdad es en
sus fines de semanas alternos con su padre, desahogándose en el silencio de la
soledad. Pero la llegada de Logan y Zeus
serán muy renovadoras para este chaval.
También está Victor, amigo y compañero de Logan, que aunque no tiene una
participación directa en lo que sucede en Hampton, sí que será una figura con
su grado de relevancia.
Y dejo a Nana para el final de los personajes principales porque (sin
desmerecer a ninguno, porque todos me han gustado) es el que se ha ganado un
poquito más mi cariño junto a Zeus.
Una mujer muy activa pese a sus años y sin demasiados pelos en su lengua
bastante ácida y a veces afilada cuando toca “tajar”, que hasta Clayton procura
evitarla en lo posible. Incluso tras sufrir una embolia que le ha afectado al lado
izquierdo del cuerpo trata de demostrar que no es ninguna inútil. Es el
personaje con los mejores puntazos y que me ha hecho reír mucho, haciéndome
pensar “vaya con la vieja”. Un gran sostén para Beth incluso en el estado de
salud en que se encuentra. Sé que la mayoría disfrutaréis de Nana (y de los
demás personajes) tanto como yo.
Aunque la piedra más angular de la historia es Logan, también tienen su
peso Beth y Clayton, que en la trama, así como en la disposición y narración de
los capítulos, forman un perfecto triángulo equilátero. Son 38 capítulos (más
un epílogo, que ocurre dos meses después del último capítulo que aclara el
intrigante desenlace del mismo), son muchos, sí, pero un buen número de estos
son cortos, incluso de un par de páginas. Cada capítulo está narrado desde la
perspectiva de uno de los tres personajes citados arriba, siendo su nombre el
que figura debajo del número, salvo que el primero es compartido por Clayton y
Thibault y el último por ellos dos y Beth. El epílogo, está narrado desde la
perspectiva de Beth.
Por ejemplo, los narrados desde los ojos de Thibault, él se dirige (y
menta en su fuero interno) a Beth por su nombre completo (Elizabeth) tras
conocerlo porque siempre la había pensado con la “E” que firma el reverso de la
foto. Los narrados por Beth en cambio, cuando empieza a sentirse atraída por
Thibault, nombra a éste por su nombre de pila. Mientras Clayton, menta a Logan de
manera intencionada con la pronunciación errónea de su apellido, Tai-bolt (que en realidad se pronuncia Ti-bó, al ser francés y no inglés), y a Zeus lo llama Cujo (los fans de Stephen King, o al menos los aficionados al cine
de terror, sabrán por qué).
Y sobre su final… Precipitado pero correcto, inesperado, tan impactante
como crucial; no puedo decir más. El último capítulo deja en el aire que pasó,
pero que se aclara con el epílogo, y a cada página que se va sondando de este
final la expectación hierve con mayor fiereza hasta que Sparks nos complace con
el resultado.
Sabiendo quien es el autor, era de cajón que tuviera adaptación
cinematográfica (con Zack Efron interpretando a Logan). Y tras sondarla me
agradó mucho, resultándome una de esas cintas que condensan y adaptan con
buenos resultados, y más teniendo en cuenta que no siempre se consigue dicho
resultado. Habrá muchas cosas que se omiten o se cambian para poder meter esta estupenda
historia en el tiempo que suele durar una película y sin que quede en un
trabajo cutre y penoso; pero no hay duda de que no ensucia el buen nombre de la
novela.
Conclusión: Una historia muy amena, emotiva, romántica sin ser
demasiado empalagosa. Con buenos personajes, buena narración y un final
vertiginoso que nunca me habría esperado. Es difícil objetar que la pluma de
Nicholas Sparks nunca defrauda las expectativas de entretenimiento literario en
el género en el que se ha consagrado.
Mi valoración global: 5/5
Trailer de la adaptación cinematográfica
(Castellano)
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