miércoles, 24 de diciembre de 2014

Merry Christmas!!

¡Hola a tod@s, amig@s de Salteado de Palabras!

Primero, que no he podido hacerlo entre una cosa y otra, con el tiempo justo para subir alguna reseña, es dar la bienvenida a Adriana Lahuerta y a Laura (esta última, recuerdo que ya me seguía en mi desaparecido blog anterior, lo que me llena de alegría de que aún quiera seguir mis pasos en Blogger, je, je). Espero que estas primeras seguidoras, al igual que los que vayan llegando, disfruten de lo que vaya compartiendo poco a poco aquí.

Sé que dije que me lo tomaría con cierta calma, pero me habría gustado ser algo más dinámico con las reseñas y empezar a subir relatos de cosecha propia, además de alguna cosa que otra. Espero este 2015 tenga más facilidad para dedicarle tiempo al Desván, aunque puedo decir que tengo algo que contar de mi actividad como novelista novel, pero que tampoco he podido compartirlo estos días por una cosa y otra. Pero a la vuelta de unas vacaciones familiares prometo contároslo.

Bueno, Iago, no te andes por las ramas, que el verdadero motivo de esta entrada es otro…

Hoy, Nochebuena para algunos, o víspera de Navidad para otros, 24 de diciembre, os deseo feliz Navidad. Sé que habréis sido buen@s chic@s y que Santa os dejará muchos regalos (seguramente, algún libro que otro, je, je). También os deseo una buena salida y entrada de año (cuidado con las uvas en las campanadas) y que los Reyes Magos os traigan más regalos.

Y recordad, para Salteado de Palabras el mejor regalo… ¡Sois vosotr@s!





miércoles, 17 de diciembre de 2014

Crítica personal: Cazadores de Sombras 3 Ciudad de Cristal

Título: Cazadores de Sombras 3 – Ciudad de Cristal
Título original: The Mortal Instruments 2 – City of Glass
Autora: Cassandra Clare
Editado en España por: Destino

Sinopsis:
Para salvar la vida de su madre, Clary debe viajar hasta la Ciudad de Cristal, el hogar ancestral de los cazadores de sombras. Por si fuera poco, Jace no quiere que vaya y Simon ha sido encarcelado por los propios Cazadores de Sombras, que no se fían de un vampiro resistente al sol. Mientras, Clary traba amistad con Sebastián, un misterioso cazador de sombras que se alía con ella. Valentine está dispuesto a acabar con todos los cazadores de sombras: la única opción que les queda a éstos es aliarse con sus mortales enemigos pero ¿podrán hombres lobo, vampiros y otras criaturas del submundo dejar a un lado sus diferencias con los cazadores de sombras?

Crítica personal (puede haber spoilers):

Como es una continuación, será muy inevitable que revele lo que puede considerarse ya sabido para los que leyeron la anterior parte. Si te adentras en esta reseña, tenlo en cuenta.

Este tercer capítulo de Cazadores de Sombras es un clímax  en toda regla para el arco argumental que se fue macerando desde el comienzo de este universo creado por Cassandra Clare. Un libro con muchas revelaciones y sorpresas, con nuevas incorporaciones al elenco y el regreso de viejos conocidos, además de un escenario desconocido y completamente ficticio que dista del utilizado en los libros previos: Idris, la patria de los cazadores de sombras, principalmente en la ciudad de Alacante, cuyo apodo da nombre al presente libro.

Clary necesitará ir a Idris, donde podrá encontrar por fin el remedio que conseguirá sacar a su madre del extraño coma en el que se encuentra desde el final de Ciudad de Hueso, según lo que le cuenta Madeleine Bellefleur, vieja amiga de Jocelyn. Por su parte Jace estará en contra de que ella viaje a Alacante por las posibles acciones de La Clave, no sólo por ser también hija de Valentine, sino por las poderosas y únicas cualidades que ella posee sobre las Marcas y que ningún otro nefilim es capaz, y él tratará por todos los medios de que su hermana permanezca en Nueva York. Además, el hecho de ser un vampiro diurno traerá más problemas aún a Simon.
Sin embargo, nada parecerá seguir con fidelidad los deseos y planes de cada uno de los personajes implicados en esta trama, por más que vuelquen su voluntad y sus esfuerzos en ello, ante los caprichos del destino y de la pluma de la autora. El nuevo escenario en el que se moverán será un imán que originará una vorágine absorbente; allí será donde Valentine Morgenstern mostrará sus últimas y más peligrosas y calculadas cartas para ganar la partida tanto a Subterráneos como a sus hermanos cazadores de sombras que no comparten sus delirantes ideales; allí será donde los sentimientos de los personajes principales, unos más que otros, arderán y chocarán en el fragor de la crisis que parece encaminarse hacia un conflicto en el que se jugarán el todo o el nada; allí será donde la muerte dejará asomar un pie en busca de recoger su siembra para un buen festín; y allí será donde nadie parecerá estar del todo a salvo ni nada podrá darse por seguro lo más mínimo.

Esta parte de los Instrumentos Mortales no decae en absoluto, más al contrario, sigue a la altura de la estela dejada por sus predecesores. Nos encontramos con una historia más madura pero con gran cantidad de esa frescura de Ciudad de Hueso, donde cabos sueltos (tanto de este libro en sí como de los libros anteriores) terminan de atarse entre revelaciones, giros argumentales, novedades, expectaciones y sorpresas para el lector.
La amenaza de Valentine afecta tanto a todos los Subterráneos como los cazadores de sombras que no comparten sus puntos de vista ni sus preceptos y aspiraciones, y en consecuencia a los mundanos y nuestro mundo en sí; y si alguno pensaba que este antagonista había tocado techo en Ciudad de Cenizas, se equivocaba por completo, porque el que lideró años atrás El Círculo mostrará aquí su máximo exponente sin importar recursos e incluso las aberraciones más abominables y denigraciones más delirantes.
Pero más allá de los planes de Valentine, para la mayoría de sus jóvenes personajes sus temas personales (y sobre todo sentimentales e incluso existenciales) no dejan de ser menos importantes para ellos a fin y al cabo. Sentimientos infrenables a pesar de que sean un tabú, lealtades que van más allá de todo peligro o padecimiento, dudas que tratar en el fuero interno y vendas que desatar de los ojos y cadenas de las cuales liberarse para ser feliz aunque tu vida pueda acabar cruelmente en cualquier momento.

Cassandra Clare sigue fiel a sí misma. Una trama madurada pero que mantiene gran parte del carisma que destiló en el comienzo de esta aclamada saga. Sus personajes con gancho, una historia bien tejida y la narración de la acción llena de dinamismo, claridad y detalle. Sabe como mantener en vilo hasta llegar casi al final, el mejor momento para la autora de echar toda la carne en el asador e iluminar al lector con lo que nos ha ido mostrando que suele despertar conjeturas.

Clary se volcará en salvar a su madre, pero tanto ella como Jace verán con tormento lo difícil de borrar u olvidar esos sentimientos nacidos antes de que Valentine les abofetease en el primer libro con los lazos fraternales que los une; esas emociones ocultas que los unen son como cuerdas elásticas que por más que se alejen al final acaban encontrándose con fuerza, como un dulce y deseado veneno que nunca podrán probar y que deberán desengancharse sin saber el modo (y en el fondo sin querer encontrarlo) para evitar destruirse tanto mutuamente como así mismo.
En Alacante veremos al resto de secundarios importantes, donde tendrán sus momentos de protagonismo y que protagonizarán secundarios pero memorables momentos que a más de un@ deleitará (en especial relacionados con la historia entre Alec y Magnus). Además del resto de la familia Lightwood que ya se dejaron ver en Ciudad de Ceniza, entre algunos viejos conocidos.
Por supuesto, tenemos novedades, algunos casos (por ejemplo, Amatis) muy estrechamente ligados a personajes principales. Entre las nuevas caras están los Penhallow, una de las familias más ricas entre los nefilim, en cuyo seno tenemos a Aline, una joven que creo que no caerá en mucha gracia a más de uno,  (los anti-Isabelle tendrán en ella una nueva presa).
Pero entre los nuevos personajes uno que llevará mucho peso y al que habrá que tener cuenta, y que incluso sorprenderá, es el que ocupa la portada: Sebastian, primo de Aline. A primera vista un personaje similar pero a la vez discordante si se le compara con Jace; pareciéndose a este en su encanto y de ser un cazador de sombras prometedor, pero contrarios tanto en físico, ojos y cabello negros a diferencia de los dorados del adoptado Lightwood, como en personalidad también, por lo correcto, carente de descaro excesivo, calmado y cortés que es, un personaje que se muestra como un lago sereno y apacible, demasiado sereno y apacible...

Ciudad de Cristal se vuelve una carrera más frenética y desesperada desde su comienzo con respecto a Ciudad de Hueso; un clímax a una batalla incierta en la al final se jugará todo y más, a una amenaza que no conoce límites, a sentimientos y emociones que girarán con mayor ímpetu en la gran mayoría de sus personajes. Las sorpresas no faltan en este tercer libro, así como las revelaciones, los giros inesperados, así como los misterios que ven la luz finalmente. No cabe la menor duda de que la autora sabe poner en vilo al lector hasta las últimas páginas, y aquí hace un trabajo arrolladoramente soberbio.

Sobre el desenlace, no diré gran cosa porque es digno de ser leído si te has animado a adentrarte en el mundo de los cazadores de sombras, sólo que es un gran final, con cosas que a lo mejor no gusten tanto pero otras que sí que se equilibre para ser un desenlace memorable en una obra de su género. Perfectamente podría haberse quedado aquí la historia de Clary, para muchos lectores habría sido lo ideal, pero lo que ocurre a partir de Ciudad de los Ángeles Caídos vale la pena que Cassandra Clare estirase más la historia, además de que vemos aquí ciertos enlaces sutiles que la ligan a Los Orígenes y que seguiremos viendo y acumulando en los libros posteriores.

Para terminar, y no menos importante, su portada: como siempre, un dulce para la vista, en la cual nos presenta a Sebastian. Podemos ver como se evoca a Nueva York, escenario que esta vez tiene menor presencia y peso en la historia, pero con un toque cristalino acorde con Alacante, como si de algún modo se fundiesen sendos escenarios en los que se mueven los personajes en este libro.

Conclusión: Ciudad de Cristal es un excelente broche final a un arco argumental, e incluso un perfecto desenlace a una saga si se hubiese quedado aquí como muchos opinan, pero que se ha convertido en el mejor preludio para los tres libros que continuarán un poco más la historia de Clary, Jace y demás personajes que han ido creciendo como personas desde Ciudad de Hueso, que seguirán su camino y evolución hasta el final de los tres libros posteriores.


Mi valoración global: 5/5


viernes, 12 de diciembre de 2014

Crítica personal: Laura y el Misterio de la Isla de las Gaviotas

Título: Laura y el Misterio de la Isla de las Gaviotas
Autores: Javier Holgado y Carlos Vila
Editado en España por: Plaza Janes

Sinopsis:

Tras una boda desastrosa, la joven Laura Lebrel se prepara para la luna de miel. Pero cuando su madre le confiesa que se ha equivocado con la reserva del viaje, no le queda más remedio que aceptar la propuesta de su marido, Jacobo, y pasar unos días en un acogedor balneario recién inaugurado en una pequeña isla del Cantábrico.
Cuando los primeros huéspedes llegan al hotel, una violenta tormenta los deja incomunicados. Ninguno de ellos sabe que el objetivo de la directora va más allá de rehacer una vida marcada por la tragedia en este lugar aislado; también pretende averiguar el motivo por el que esa misteriosa isla aparece en sus pesadillas, una y otra vez, desde hace años. Todas las visiones giran en torno a una mujer, un faro y un crimen del pasado… O tal vez de un futuro inmediato.
Laura y Jacobo jamás olvidarán su viaje de novios, aunque por motivos muy diferentes de los que ellos imaginan.
Porque el hotel esconde un horrible secreto del pasado.
Porque ninguno de los huéspedes ha llegado allí por casualidad.
Porque nada en la Isla de las Gaviotas es lo que parece.

Crítica personal (puede haber spoilers):

La extraña muerte de una ornitóloga en 1984. Veinte años más tarde, una joven empresaria hostelera, tras un nefasto fracaso en sus actividades, consigue de manera fortuita remontar un nuevo negocio en forma de hotel-balneario… Ambos hechos distantes en el tiempo están unidos por un único espacio: La Isla de las Gaviotas, conocida así por los lugareños de esa región cantabra.
Un hombre recién salido de prisión con su vida personal en una precaria cuerda floja; una experta en arte versada en conseguir suculentas obras con las que comerciar posteriormente sin reparar en los medios, incluyendo la seducción; el candidato favorito a la alcaldía de Madrid, considerado un hombre intachable por más que le pese a su opositor en las inminentes elecciones; una mujer que se ve recibiendo un revés de la misma suerte que la llevó a casarse con uno de los empresarios más poderosos de Madrid, cuando indaga en las infidelidades de las que ella es víctima, viéndose ante la necesidad de agarrarse a toda posibilidad para evitar que se disipe esa nube de prosperidad que creía segura bajo sus pies; un experto en temas paranormales que, entre programa y programa, realiza tareas para particulares que creen sentir presencias del más allá en sus casas; y un cocinero cuyas ganas de vivir se consumen ante lo poco que logra levantar cabeza, considerando demasiado a fondo la posibilidad de cortar todo por lo sano… Personas muy distintas en todo, piezas que a simple vista no encajarían de ninguna manera, pero cuyos destinos les guiará a un mismo lugar: La Isla de las Gaviotas, tan plagada de estas aves, con su viejo faro testigo de un suceso atroz y un balneario que abrirá sus puertas pronto.
Y por último, Laura y Jacobo, jóvenes inspectores de policía cuya relación empezó en sus años de instrucción en la academia, van a contraer matrimonio; ambos tan llenos de ilusiones pero destinados a un desastre de nupcias de principio a fin, la cual podría incluso costarles sus aspiraciones profesionales en el cuerpo. Y para mayor inri, Maribel, la madre de Laura, encargada de las reservas de la luna de miel de la pareja, mete la para del todo para no brindarles ese típico e idílico viaje de novios al Caribe para acabar yendo a un destino muy distinto: al nuevo balneario en la Isla de las Gaviotas… Laura no será consciente de lo inolvidable que será ese primer viaje de su matrimonio, porque no sólo se verá salpicada por un crimen presente y los ecos de otro misterio veinte años atrás, sino también habrá algo siniestro e infame que parece concienzudamente enterrado más atrás en el tiempo…
Todos estos factores se mezclarán para dar vida a un misterio digno de sondar si se sabe disfrutar de este tipo de intriga policiaca.

Para quienes conozcan (y disfruten con) la serie de televisión Los Misterios de Laura, creo que esta novela podría considerarse una lectura obligada de la que no se arrepentirán. Si no la conocías o sí pero no te animaste, quizás sea el momento de brindarle el beneficio de la duda siempre que te interese un poco por lo menos su temática (y quizás te espolee a conocer la serie).
Podría considerarse este libro como una especie de “precuela”, la cual brindará mucha información extra a quienes han visualizado las tres temporadas que consta la serie a día de hoy, donde puede explicarnos algunos pequeños detalles de sus protagonistas. Sin embargo, y antes de que se arrepientan los que sean nuevos en los casos de la inspectora Lebrel del Bosque, está escrito de tal forma que no aporte verdaderos spoilers a los espectadores potenciales. En este aspecto los autores han sabido hacer un trabajo excelente y delicado.
Nos complementa algo más del pasado de Laura, diez años atrás con respecto al capítulo piloto de la serie. Y así, de algún modo, este caso se convierte en un punto de encuentro de las encrucijadas de todo el elenco principal, que más tarde seguirán una misma profesión por un mismo rumbo, a la par que nos adentra en un caso que no tiene el menor desperdicio.

Los autores son los propios guionistas de la serie, por tanto nos encontramos con unos narradores que la conocen “al dedillo” y que podría considerarse mucho más oficial que otras obras narrativas basadas en series o películas que, incluso respaldas por la palabra “oficial”, no son escritas por sus creadores. Y el trabajo que Holgado y Vila han realizado codo con codo es digno de alabanza, porque no sólo consigue ambientar la mente del lector con la pericia con la que influye al espectador en la serie, sino que son capaces de hacer sentir al lector ya familiarizado con ésta como si se estuviese visualizando un capítulo, aunque puede que con más intensidad y profundidad aún si cabe que en cualquiera de estos. Puede que hable influenciado como fan incondicional de la serie, pero leyendo a Laura, Jacobo, e incluso la escasa participación de Maribel, me era demasiado fácil escuchar y ver en acción en mi cabeza a María Pujalte, Fernando Guillén-Cuervo, Beatriz Carvajal y demás actores que dan vida en la pequeña pantalla al elenco habitual. En definitiva, una escritura clara pero profunda circundada del suficiente atractivo para no soltar sus páginas tan fácilmente.
Pero más allá de la seriedad que implica crímenes como el asesinato, de encontrarte circundado personas que podría ser un infame asesino pero incapaz de descubrir a priori quién es, o de la tensión que supone todo lo que viven en el oficio de sus protagonistas, el humor inteligente (apartado del surrealista más propio de comedias) también ha sido importado de la televisión a las líneas. Antes de iniciar esta lectura, consideré que serían menos certeras las situaciones que nos roba una sonrisa, tan propias de la serie, que leyéndolas produjeran el mismo resultado que los actores y las cámaras eran capaces; y para mi grata sorpresa, mi equivoqué al respecto. Porque ha pesar de su naturaleza policíaca, Laura y el Misterio de la Isla de las Gaviotas transmite la naturaleza propia de las tres temporadas emitidas hasta la fecha, incluso en este aspecto.

En esta historia (la cual está dividida en distintas partes: el prólogo, acontecido veinte años atrás; una primera parte titulada Los Invitados, que nos adentra en la que será la dueña del balneario en la Isla de las Gaviotas, incluidos Laura y Jacobo con su caótica boda; una segunda parte, titulada como el lugar donde se desarrolla los acontecimientos principales de la novela, agrupándose a su vez los capítulos en cuatro días; y finalmente un Epílogo en el que se zanca finalmente este misterio y lo que ocurre después) nos encontramos dos grupos de personajes bien definidos, como ocurre con la serie. Por un lado, los que tienen el deber de esclarecer el misterio, esta vez de una manera caprichosamente fortuita; por otro, el asesino de rigor y los demás que forman parte de esta intriga, que por lógica se convierten de manera potencial tanto en sospechosos como en siguientes víctimas.
Aunque más joven, Laura no dista respecto a su “presente”. Una mujer que se puede tachar fácilmente de simplona, de carácter sencillo, víctima habitual de su gula, con magnetismo a las situaciones comprometidas y una maruja adicta a la telenovela Desheredada. Pero a pesar de estas singularidades que por lógica la harían, a ojos ajenos, alguien imposible de pertenecer al cuerpo nacional de policía capaz de meter entre rejas al menos sutil de los asesinos, el lector descubrirá, como en la serie, todo lo que la convierte en una inspectora infalible. Dotes de observación, mente ágil, o una resolución que puede llegar a ser tan temeraria como exitosa, son a penas algunas de las que posee que le permitirían codearse con Holmes, Poirot o Colombo con la cabeza bien alta (algo que de todos modos debería hacer, dada a su estatura más bien baja). Quizás un aspecto que se sonda un poco más a fondo en esta novela respecto a la serie es su amor por Jacobo, maximizado por la ilusión de esa nueva etapa de sus vidas ahora en común y el futuro más allá del “sí, quiero”.
Aquí el marido de la inspectora Lebrel es un hombre que trata (y con todo el éxito posible) las situaciones complicadas con todo el temple que puede llegar a explotar, intentando tenerlas bajo control dentro de sus capacidades. Entregado a su deber policial con la misma devoción que vuelca a su ahora esposa, a la cual trata de infundirle todo el optimismo del que es capaz, en especial tras el desastre de boda que viven. En cambio, su relación con Martín se basa en la cordialidad a base de esfuerzo. Jacobo es, para muchos, alguien potencial para dirigir una comisaría en un futuro cercano… siempre que la adversidad no trunque esta aspiración.
Si Laura es el cerebro, Martín en cambio tira más al cuerpo. Atractivo y conocedor sobrado de esta virtud, la cual exprime bien a la hora de cortejar a toda mujer de buen ver; sin ser consciente, por más que la protagonista le advierte, de los problemas que puede arrastrarle su afán de seducción con el sexo opuesto, y más si son relacionadas con los casos en los que se embarca. No tan brillante como la protagonista que da nombre a la serie, pero igual de volcado y apasionado en su oficio y dispuesto a la acción y a la investigación como el que más. Lo más peculiar de Martín es su relación con Laura, una amistad muy cerrada y cómplice, sobre todo cuando trabajan en equipo; y esto no ayuda a reducir esas asperezas que mantiene con Jacobo.
Veremos también a otras caras conocidas de la serie, como la madre y la hermana menor de Laura, siendo la primera un personaje tan singular como su primogénita. Pero sin duda, a destacar el papel que aquí juegan Lydia y Cuevas, quienes conoceremos también parte de sus vidas diez años atrás; ambos aportan su soporte a la trama, complementándola, de manera muy propicia teniendo en cuenta su peso casi secundario en la serie de televisión. Dos personas tan diferentes, ella siempre impoluta, formal, seria y profesional en extremo; él casi tan patoso como Laura y todo un Frisi experto en informática… una combinación peligrosa y arriesgada que llegará a sorprender.
Entre tantos implicados en el caso (y no sólo los que hacen acto de presencia en la Isla de las Gaviotas), con personas tan dispares para formar un grupo bastante variopinto, yo haría mención de Emilia. Por un lado, una traición de su socio y la ruina de su negocio; y por otro, extraños sueños y visiones sobre una isla plagada de gaviotas que llevan acosando su mente desde hace mucho tiempo atrás. Pero a pesar de ello, resulta una mujer con encanto y carisma dentro de su carácter humilde y cordial. Jamás pensó que encontraría aquella isla que ve con detalle en su mente sin haber estado nunca allí, y que decida retomar su actividad empresarial en aquel lugar tan perturbador para ella; casi resultando una polilla que se afana en lanzarse al fuego por una inexplicable atracción que, bien encaminado a este símil, puede llegar a resultar fatal… y no sólo para ella misma. El lector deberá prestarle mucha atención.
Y ese fugaz personaje que es Susana, la ornitóloga asesinada en los ochenta en aquella isla. Aunque participativamente sólo la vemos en el prólogo, será una figura importante y sutilmente mentada por el atroz crimen del que fue eje y que no se borra del todo del recuerdo de los lugareños. Y a medida que se aproxima el desenlace será, a todas luces, sumamente relevante.

La historia, en general, está bastante bien, intrigante hasta prácticamente el final, con giros inesperados, siendo una lectura más atractiva de lo que pueda llegar a impresionar sus más de quinientas páginas. Aunque la trama llega a desarrollarse desde distintas perspectivas (siendo el eje principal lo que ocurre en la Isla de las Gaviotas), todo prosigue con armonía a medida que los velos de misterios van cayendo para esclarecer el quid de todas las cuestiones.
Su desenlace, aunque bastante bueno y a la altura de la serie, no terminó de contentarme al cien por cien; pues me encontré con pequeños detalles que, por un lado, rozan a mi parecer el calificativo de estrambótico, y por otro, algún detalle que lleva a la incoherencia con respecto a la serie. Pero aún así, este caso raya sobradamente mis elevadas expectativas.

Conclusión: Una precuela para los fans de la serie, o una oportunidad distinta de conocer esta última a través de la narrativa. Los autores/guionistas han concebido una novela a la altura de todos los aspectos de una bien entretenida producción llena de enigmas, investigación policial, acción y el oportuno toque de humor. El que posiblemente sea el primer gran caso de la inspectora Laura Lebrel del Bosque nos muestra que esta peculiar defensora real de la ley ya apuntaba alto sin vanaglorias ni pretensiones. ¿Tienes ganas de descubrir que pasa con la Isla de las Gaviotas?

Mi valoración global: 4,5/5