miércoles, 17 de diciembre de 2014

Crítica personal: Cazadores de Sombras 3 Ciudad de Cristal

Título: Cazadores de Sombras 3 – Ciudad de Cristal
Título original: The Mortal Instruments 2 – City of Glass
Autora: Cassandra Clare
Editado en España por: Destino

Sinopsis:
Para salvar la vida de su madre, Clary debe viajar hasta la Ciudad de Cristal, el hogar ancestral de los cazadores de sombras. Por si fuera poco, Jace no quiere que vaya y Simon ha sido encarcelado por los propios Cazadores de Sombras, que no se fían de un vampiro resistente al sol. Mientras, Clary traba amistad con Sebastián, un misterioso cazador de sombras que se alía con ella. Valentine está dispuesto a acabar con todos los cazadores de sombras: la única opción que les queda a éstos es aliarse con sus mortales enemigos pero ¿podrán hombres lobo, vampiros y otras criaturas del submundo dejar a un lado sus diferencias con los cazadores de sombras?

Crítica personal (puede haber spoilers):

Como es una continuación, será muy inevitable que revele lo que puede considerarse ya sabido para los que leyeron la anterior parte. Si te adentras en esta reseña, tenlo en cuenta.

Este tercer capítulo de Cazadores de Sombras es un clímax  en toda regla para el arco argumental que se fue macerando desde el comienzo de este universo creado por Cassandra Clare. Un libro con muchas revelaciones y sorpresas, con nuevas incorporaciones al elenco y el regreso de viejos conocidos, además de un escenario desconocido y completamente ficticio que dista del utilizado en los libros previos: Idris, la patria de los cazadores de sombras, principalmente en la ciudad de Alacante, cuyo apodo da nombre al presente libro.

Clary necesitará ir a Idris, donde podrá encontrar por fin el remedio que conseguirá sacar a su madre del extraño coma en el que se encuentra desde el final de Ciudad de Hueso, según lo que le cuenta Madeleine Bellefleur, vieja amiga de Jocelyn. Por su parte Jace estará en contra de que ella viaje a Alacante por las posibles acciones de La Clave, no sólo por ser también hija de Valentine, sino por las poderosas y únicas cualidades que ella posee sobre las Marcas y que ningún otro nefilim es capaz, y él tratará por todos los medios de que su hermana permanezca en Nueva York. Además, el hecho de ser un vampiro diurno traerá más problemas aún a Simon.
Sin embargo, nada parecerá seguir con fidelidad los deseos y planes de cada uno de los personajes implicados en esta trama, por más que vuelquen su voluntad y sus esfuerzos en ello, ante los caprichos del destino y de la pluma de la autora. El nuevo escenario en el que se moverán será un imán que originará una vorágine absorbente; allí será donde Valentine Morgenstern mostrará sus últimas y más peligrosas y calculadas cartas para ganar la partida tanto a Subterráneos como a sus hermanos cazadores de sombras que no comparten sus delirantes ideales; allí será donde los sentimientos de los personajes principales, unos más que otros, arderán y chocarán en el fragor de la crisis que parece encaminarse hacia un conflicto en el que se jugarán el todo o el nada; allí será donde la muerte dejará asomar un pie en busca de recoger su siembra para un buen festín; y allí será donde nadie parecerá estar del todo a salvo ni nada podrá darse por seguro lo más mínimo.

Esta parte de los Instrumentos Mortales no decae en absoluto, más al contrario, sigue a la altura de la estela dejada por sus predecesores. Nos encontramos con una historia más madura pero con gran cantidad de esa frescura de Ciudad de Hueso, donde cabos sueltos (tanto de este libro en sí como de los libros anteriores) terminan de atarse entre revelaciones, giros argumentales, novedades, expectaciones y sorpresas para el lector.
La amenaza de Valentine afecta tanto a todos los Subterráneos como los cazadores de sombras que no comparten sus puntos de vista ni sus preceptos y aspiraciones, y en consecuencia a los mundanos y nuestro mundo en sí; y si alguno pensaba que este antagonista había tocado techo en Ciudad de Cenizas, se equivocaba por completo, porque el que lideró años atrás El Círculo mostrará aquí su máximo exponente sin importar recursos e incluso las aberraciones más abominables y denigraciones más delirantes.
Pero más allá de los planes de Valentine, para la mayoría de sus jóvenes personajes sus temas personales (y sobre todo sentimentales e incluso existenciales) no dejan de ser menos importantes para ellos a fin y al cabo. Sentimientos infrenables a pesar de que sean un tabú, lealtades que van más allá de todo peligro o padecimiento, dudas que tratar en el fuero interno y vendas que desatar de los ojos y cadenas de las cuales liberarse para ser feliz aunque tu vida pueda acabar cruelmente en cualquier momento.

Cassandra Clare sigue fiel a sí misma. Una trama madurada pero que mantiene gran parte del carisma que destiló en el comienzo de esta aclamada saga. Sus personajes con gancho, una historia bien tejida y la narración de la acción llena de dinamismo, claridad y detalle. Sabe como mantener en vilo hasta llegar casi al final, el mejor momento para la autora de echar toda la carne en el asador e iluminar al lector con lo que nos ha ido mostrando que suele despertar conjeturas.

Clary se volcará en salvar a su madre, pero tanto ella como Jace verán con tormento lo difícil de borrar u olvidar esos sentimientos nacidos antes de que Valentine les abofetease en el primer libro con los lazos fraternales que los une; esas emociones ocultas que los unen son como cuerdas elásticas que por más que se alejen al final acaban encontrándose con fuerza, como un dulce y deseado veneno que nunca podrán probar y que deberán desengancharse sin saber el modo (y en el fondo sin querer encontrarlo) para evitar destruirse tanto mutuamente como así mismo.
En Alacante veremos al resto de secundarios importantes, donde tendrán sus momentos de protagonismo y que protagonizarán secundarios pero memorables momentos que a más de un@ deleitará (en especial relacionados con la historia entre Alec y Magnus). Además del resto de la familia Lightwood que ya se dejaron ver en Ciudad de Ceniza, entre algunos viejos conocidos.
Por supuesto, tenemos novedades, algunos casos (por ejemplo, Amatis) muy estrechamente ligados a personajes principales. Entre las nuevas caras están los Penhallow, una de las familias más ricas entre los nefilim, en cuyo seno tenemos a Aline, una joven que creo que no caerá en mucha gracia a más de uno,  (los anti-Isabelle tendrán en ella una nueva presa).
Pero entre los nuevos personajes uno que llevará mucho peso y al que habrá que tener cuenta, y que incluso sorprenderá, es el que ocupa la portada: Sebastian, primo de Aline. A primera vista un personaje similar pero a la vez discordante si se le compara con Jace; pareciéndose a este en su encanto y de ser un cazador de sombras prometedor, pero contrarios tanto en físico, ojos y cabello negros a diferencia de los dorados del adoptado Lightwood, como en personalidad también, por lo correcto, carente de descaro excesivo, calmado y cortés que es, un personaje que se muestra como un lago sereno y apacible, demasiado sereno y apacible...

Ciudad de Cristal se vuelve una carrera más frenética y desesperada desde su comienzo con respecto a Ciudad de Hueso; un clímax a una batalla incierta en la al final se jugará todo y más, a una amenaza que no conoce límites, a sentimientos y emociones que girarán con mayor ímpetu en la gran mayoría de sus personajes. Las sorpresas no faltan en este tercer libro, así como las revelaciones, los giros inesperados, así como los misterios que ven la luz finalmente. No cabe la menor duda de que la autora sabe poner en vilo al lector hasta las últimas páginas, y aquí hace un trabajo arrolladoramente soberbio.

Sobre el desenlace, no diré gran cosa porque es digno de ser leído si te has animado a adentrarte en el mundo de los cazadores de sombras, sólo que es un gran final, con cosas que a lo mejor no gusten tanto pero otras que sí que se equilibre para ser un desenlace memorable en una obra de su género. Perfectamente podría haberse quedado aquí la historia de Clary, para muchos lectores habría sido lo ideal, pero lo que ocurre a partir de Ciudad de los Ángeles Caídos vale la pena que Cassandra Clare estirase más la historia, además de que vemos aquí ciertos enlaces sutiles que la ligan a Los Orígenes y que seguiremos viendo y acumulando en los libros posteriores.

Para terminar, y no menos importante, su portada: como siempre, un dulce para la vista, en la cual nos presenta a Sebastian. Podemos ver como se evoca a Nueva York, escenario que esta vez tiene menor presencia y peso en la historia, pero con un toque cristalino acorde con Alacante, como si de algún modo se fundiesen sendos escenarios en los que se mueven los personajes en este libro.

Conclusión: Ciudad de Cristal es un excelente broche final a un arco argumental, e incluso un perfecto desenlace a una saga si se hubiese quedado aquí como muchos opinan, pero que se ha convertido en el mejor preludio para los tres libros que continuarán un poco más la historia de Clary, Jace y demás personajes que han ido creciendo como personas desde Ciudad de Hueso, que seguirán su camino y evolución hasta el final de los tres libros posteriores.


Mi valoración global: 5/5


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