jueves, 1 de octubre de 2015

Crítica personal: La Hija de los Sueños

Título: La Hija de los Sueños.
Autora: Sandra Andrés Belenguer.
Editado en España por: Viceversa (As de Picas)

Sinopsis:

¿Quién no ha tenido alguna vez una pesadilla? Son sueños que nos angustian, que nos revelan nuestros miedos más ocultos, y que parecen haber sido concebidos por el mejor escritor de terror del mundo. ¿Y si realmente fuera así?

Iris tiene diecisiete años y está viviendo un buen momento: tiene excelentes amigos, disfruta con la literatura y se siente atraída por su compañero Adrien. Sin embargo, una asfixiante pesadilla la acosa desde su infancia. Ella procura ignorarla, sin ser consciente de que posee un misterioso don que podría cambiar el curso de su vida. Pero la sucesión de varios extraños acontecimientos la llevarán a descubrirse a sí misma y adentrarse en un oscuro mundo marcado por el peligro, el suspense… y los sueños.

Crítica personal (puede haber spoilers):

Esta es otra de esas lecturas estivales que tuve hace unos años, picado por las buenas referencias de otros blogs y que me lancé a conocerla. Y este fue uno de esos casos que resultaron gratos.

La autora nos trasporta primero a un orfanato en 1810, donde conoceremos en los primeros capítulos a un niño llamado Sebastian, y decir que los demás niños (e incluso los propios curas que llevan el albergue) lo tratan como un paria es quedarse corto, como si viesen algo no muy normal en él aunque éste nunca se mete con nadie, y esto explica el que su corazón se haya endurecido con el resentimiento más de lo que podría esperarse en un niño de su edad. Pero la vida de Sebastian cambia a partir de una noche en la que descubre que es capaz de ver unas extrañas sombras que hurgan en las más atroces pesadillas de sus compañeros mientras duermen...
Después la historia pega un salto de doscientos años, metiéndonos durante un par de capítulos en la piel de un hombre llamado Britt que lo ha perdido todo, incluso su sueño de ser escritor, dispuesto a ponerle fin a todo... hasta que un individuo acompañado de estas misteriosas sombras le deja caer una proposición que sólo aceptaría y se agarraría a ella como a un clavo ardiendo alguien con las manos vacías y un corazón lleno de desesperación, fracaso, resentimiento, ilusiones rotas que le han arrebatado injustamente, e incluso ciertas ansias de venganza encubiertas de justicia que seguramente se habría merecido este personaje.
Y finalmente, en la mayor parte de la trama, nos encontramos a Iris, una chica normal, inteligente y con un gran amor por la lectura. Cuenta con una pandilla de buenos amigos con los que comparte su gusto por los libros, Shaila, Jonathan y Adrien, y por este último oculta un sentimiento intenso que supera con creces el de la amistad y que no es capaz de revelárselo al interpelado, por más que su amiga Shaila trate de espolearla para que se declare. Pero todo empezará a cambiar para Iris cuando unos extraños cuentos de terror nada normales empiezan a llegar a manos de todos los alumnos de su instituto (el cual, fue el citado orfanato en el pasado) unos extraños cuentos de terror que les hará vivir sus peores pesadillas... Y hasta aquí puedo leer para no destripar mucho (pero os aseguro que a medida que avanza la historia habrá sorpresas y cambios en sucesión hasta prácticamente el final).

El estilo de Sandra Andrés Belenguer me ha gustado por su forma sencilla pero diáfana de exponer esta historia de fantasía y sueños. Además, al menos en mi caso, supo tenerme absorto en esta lectura, especialmente al principio (con el tramo final, aunque sigue enganchando y siendo fluido, ya empezaba a irme más paulatina la lectura con respecto a la primera mitad, me ha parecido que gran parte del final transcurre con un poco de presura incluso para un libro no demasiado largo como éste; pero aún así, ha tenido todo mi agrado). En definitiva, para mí es un libro de los que tienen una buena puesta en escena en los primeros actos para que el lector/espectador se quede pendiente hasta el final sin sentir decepción.
Son 33 los capítulos que constan esta historia (sin prólogo ni epílogo), pero son cortos y amenos, y aún así intensos, incluso los que a penas ocupan unas escasas páginas. Nos mete en una historia de sueños y pesadillas, con elementos fantásticos, pero que también tiene cabida el amor.

Iris es incapaz de confesar el sentimiento que atesora por Adrien desde que se conocieron dos años atrás, temiendo perder su amistad a pesar de las pequeñas señales que hace que ella no descarte que sus sentimientos puedan ser correspondidos; pero irá perdiendo esa coraza de inseguridad a la vez que ella misma va cambiando, tanto por dentro como por fuera, sin saber el destino que le ha sido asignado desde prácticamente antes de su nacimiento. Además, desde las primeras líneas en que aparece Shaila se aprecia a la legua de que quiere echarle el lazo a Jonathan y que éste le sigue el juego... Lo que a priori uno puede dar a adivinar que esto sería una historia de dos parejas (y no pienso confirmar ni desmentir como cuajan las relaciones entre ellos a nivel afectivo y amatorio), resulta mucho más cuando se desgranan los personajes de Jonathan y Adrien, que tienen mucho que contar a Iris y al lector.

En general me han gustado sus personajes. Iris me ha parecido el claro ejemplo de la metamorfosis de una humilde oruga hasta convertirse en una mariposa flamante de principio a fin de cierto capullo de transición que es la historia, que la renovará, la fortalecerá, la cambiará y la hará encontrarse a sí misma, un camino que tendrá sus cosas buenas y otras no tan buenas. Con algunos personajes me he llevado sorpresas, los amigos de Iris son peculiares y que a uno les gustaría tenerlos en tu círculo de amigos si van al instituto o haberlos tenido si ya esa etapa ha quedado atrás (Shaila me ha parecido peculiarmente divertida). Me habría gustado que se profundizara más en los personajes (no es que sean personajes planos, al contrario, pero podrían haber dado un poco más de juego, pero la historia está bastante bien y lo suficiente profundizados para una trama dinámica y no demasiado extensa.

Respecto a su desenlace, simplemente te sorprenderá, te gustará y, en especial, te dejará intrigado; aunque uno se encontrará con ciertos cabos sueltos (bastantes, diría, para mi curiosa e inquieta mente). En el momento en que lo leí me pareció un final abierto a la imaginación del lector o que esos cabos abiertos fueran la carnaza para una posible continuación. Y al final resultó lo segundo, con su secuela El Despertar del Mal, que espero darle una oportunidad en el futuro si llega a desfilar un ejemplar por mis manos.

El diseño de portada y contraportada entra muy bien con los ojos, y está a la altura de la calidad del manuscrito. Lo más curioso para mí fue que leyendo las primeras escenas de Iris me hizo mirar de nuevo la portada, preguntándome si ésta era acertada para ella, pero con el tiempo queda evidente de que sí que es idónea.

En conclusión: Una historia fantástica, donde la amenaza es el enigmático personaje que controla esas sombras ávidas de pesadillas, sin escatimar en esfuerzos y denigrando su propia moral para aflorar los mayores miedos de cada uno tanto en el subconsciente como en la conciencia del despertar. Una protagonista que será la clave de todo, pero que cuenta con la ayuda de sus amigos, que no sólo tendrá valor por el bien de otros, sino por el chico que ama. Y todo gracias a la creatividad y la pericia literaria de su autora, la cual se ha ganado todo mi respeto personal, tanto como lector como colega escritor.

Mi valoración global: 4/5



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