miércoles, 26 de noviembre de 2014

Crítica personal: Cazadores de sombras 2 Ciudad de Ceniza

Título: Cazadores de Sombras 2 – Ciudad de Ceniza
Título original: The Mortal Instruments 2 – City of Ashes
Autora: Cassandra Clare
Editado en España por: Destino

Sinopsis:
Clary desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... Pero el mundo subterráneo que acaba de descubrir no está preparado para dejarla ir; en especial el apuesto y exasperante Jace...
Para Complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás de esas muertes, pero ¿cómo podrá detenerle si Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre?

Crítica personal (puede haber spoilers):
Como es una continuación, será muy inevitable que revele lo que puede considerarse ya sabido para los que leyeron la anterior parte. Si te adentras en esta reseña, tenlo en cuenta.

En este segundo libro nos sumergiremos más todavía en ese mundo que los mundanos permanecemos en la feliz ignorancia de esa realidad que nos acompaña desde hace siglos; pero sobre todo nos adentra en los acontecimientos que están por venir tras el final de su antecesor, con cabos sueltos, ansias de saber más y revelaciones que impactaron en sus últimos capítulos.

Clary bregará con la frustración de ver a su madre en el estado que la encontró tras el final de Ciudad de Hueso, además de asimilar, o más bien convencerse a sí misma, el hecho de que Jace sea su hermano. Por suerte tiene a Luke velando tanto por ella como por Jocelyn, para Clary sigue siendo el mismo de siempre aún después de saber su naturaleza licántropa. Pero el mayor dilema para la pelirroja será el cada vez más palpable triángulo amoroso del cual ella es punta cúspide; su amistad con Simon está tomando una nueva visión tras enfocar esa relación desde otra lente distinta a la siempre usada, pero le cuesta apagar del todo aquellos sentimientos por Jace nacidos antes de la revelación tan caprichosa como cruel del destino sobre los lazos fraternales que los unen.
Por su parte, Jace tendrá sus guerras personales, tirando a veces de su propio cliché de chico temerario y algo autodestructivo, causando en algún momento daño colateral tanto sobre sus seres cercanos como a cualquier desconocido incauto peligrosamente cerca de él. Tras descubrir la verdad sobre su padre, quien fingió su propia muerte, haciéndole creer que era Michael Wayland, se enfrentarán los sentimientos de su niñez con lo que objetivamente significa el nombre de Valentine. Además afrontará el recelo de la Clave por ser él hijo de quien es y la posibilidad de que su padre le hubiese mandado al Instituto de Nueva York con los Lightwood como espía desde el principio.
Además, Simon se ve más inmerso en el mundo de los cazadores de sombras y los Subterráneos en pos de estar junto a Clary, a la par que se aferra a esa más que factible posibilidad de que su amor de toda la vida sea correspondido... pero en muchos aspectos, ni él mismo se lo puede imaginar, su vida dará un cambio más que notorio.
Pero al margen de los dilemas propios de estos adolescentes, está también la ola de asesinatos en la ciudad, con un motivo significativo que hace preocupar a la Clave al haber víctimas entre los pertenecientes a los Subterráneos, y este hecho es un claro peligro, entre otras cosas, para Los Acuerdos. Los tiros de las sospechas apuntan directo a Valentine una vez confirmado que no estaba muerto como siempre habían creído, y que de nuevo regresa para ser un problema grave, ya de por sí por ser quien es y por los actos que cometió en el pasado, además por tener en su poder la hasta entonces desaparecida Copa Mortal, así como el uso y los fines que hizo con ella.

Ciudad de Ceniza no ha defraudado mis expectativas tras disfrutar de Ciudad de Hueso, encajándose con mucha armonía el lado romántico y juvenil de su elenco principal con la trama que gira sobre los peligros a los que se enfrentan día a día los nefilim. Retomamos la vida de Clary asimilando ésta en lo posible esa realidad velada a ella durante años a la que en verdad había pertenecido, haciéndose a la idea de ese mal chiste del destino de que el chico del que se había enamorado resulte ser su hermano, que su madre esté en coma y que se encuentre con un padre que siempre había considerado muerto y al que odia con toda su alma. Intentará mantener una parte de su vida mundana y normal en Simon, por el cual empieza a titubear de su sentimiento de larga y sincera amistad. Sin embargo, todo lo mundano en su entorno parece destinado a desaparecer.
Los sucesos causados por Valentine y el uso que hizo éste de la Copa Mortal en el final del anterior libro no han sido más que el principio. El antagonista de esta historia no dará su brazo a torcer, dispuesto a culminar sus metas, ideales y delirios de grandeza de toda la vida, sin importar sus fracasos del pasado tanto en Alacante años atrás como unos días antes en Renwick.

Este libro mantiene la chispa que pude sentir en el anterior, pero que también va tomando los primeros matices que lo convierte en una historia algo más avanzada, definida, cruda, madura e incluso oscura a la par que fresca, amena y vertiginosa. Nos sigue dando a conocer todo lo relacionado con cazadores de sombras, Subterráneos, demonios y demás sobre la marcha, a la par que se fermentan las relaciones personales de sus protagonistas entre las crisis que se ven sumidos, mientras las intrigas se maceran para servirse como plato final de este capítulo de la saga.
Siempre presente el estilo de Cassandra Clare, tan atractivo, dinámico y absorbente a mi parecer. El detalle y la descripción en su justa medida, la profundidad de sus personajes tanto en personalidad como emociones, sabiendo ubicar con pericia y armonía los momentos que pueden resultar divertidos o de robarte una sonrisa con otras situaciones más llenas de tensión, intriga y emoción. Y, como siempre, nos adentra en un viaje en el que va soltándonos muchas piezas que parecen no encajar hasta llegar al último tramo el camino, cuando empieza a tomar todo su sentido.
Además, aquí ya contamos con un malo, una amenaza real con nombre y rostro; pero Cassy ha logrado crear en Valentine un antagonista que en el cual encontramos uno de la vieja escuela de siempre con algo distinto que se ha ganado un pulgar arriba en mi lista de villanos preferidos.

Clary irá defendiéndose con las costumbres nefilim; aún verde en lo marcial por su nula instrucción pero esta apasionada del dibujo tirará más hacia las Marcas; tenedla en cuenta cuando tenga estela en mano. No se desasirá de su arrojada temeridad con lo que le es importante; aunque aquí descubrirá que los sentimientos son fáciles de confundir, imposibles de borrar, domar o forzar.
Jace también se mantiene igual pero con su punto de evolución. Seguirá con su picardía difícil de amedrentar; quizás la excepción a su coraza de indómita insolencia sea Valentine. Parece salido del típico patrón de guaperas con mucha picardía y poco pudor, a veces dañino tanto para los demás como para sí mismo; pero tiene algo que se gana mejor al lector con respecto a personajes similares a él. Además, hay cualidades, emociones y actos de Jace que sorprenderán al lector.
Simon juega aquí un papel más relevante, algo hará cambiar su vida de manera radical e irreversible para sorpresa del lector que pueda acabar con el alma en vilo. A pesar de todo lo que le ocurre en este libro, eso no borrará esa personalidad que le ha convertido en uno de mis personajes predilectos de la saga. Un joven que desprende una fuerza que puede sorprender tanto a sus compañeros de elenco como al lector. Muestra una perseverancia y un tesón que a veces rozan un poco de ser excesivos y que en ocasiones le ciega ante lo evidente que está ante sus ojos.
Isabelle no hace un papel demasiado destacable en esta segunda parte pero sigue bien en su línea (algo que me gusta), al igual que Alec y Magnus, aunque éstos dos tienen sus matices algo destacables por lo que se traen ellos entre manos. Cassy explotará más el personaje de Luke a partir de este capítulo de la saga, y de Valentine diré que es un 3M (Malo Muy Maloso) bastante interesante, de los de siempre pero a su vez con algo especial, directo pero confuso, pérfido y elegante, aunque sea un antagonista reconocido y visible es motivo de turbación para los personajes y el lector. También reaparecerá Raphael Santiago, líder del clan de vampiros de Nueva York.
Entre las novedades tenemos a Maia, una chica lobo con buen trasfondo y cierto papel en este libro. También conoceremos al resto de los Lightwood tras su regreso de Idris, Robert y Maryse dirigen el Instituto, aunque ella, una mujer interesante y de carácter, suele eclipsar a su cónyuge en protagonismo y voz cantante, incluso en sus funciones familiares como “laborales”; Max, el benjamín, no tiene un gran papel pero me pareció un niño simpático que idolatra y adora a su hermano adoptivo Jace. También conoceremos mejor a la raza tan encantadora como pérfida de las hadas, en particular a su soberana; la Reina Seelie, personaje a tener en cuenta incluso tras Ciudad de Ceniza, es el claro ejemplo de una rosa hermosa que si te descuidas te clavará sus espinas de la manera más socarrona posible. Por último, será muy relevante en este libro y que da mucho juego es la figura de la Inquisidora Imogen Herondile, aunque esté en el bando de los buenos uno puede llegar a odiarla, asquearla, temerla y, en cierto sentido, adorarla; una mujer mayor pero fuerte, de mente y miras demasiado rectas y cerradas, así como de flexibilidad a penas perceptible. Creo que cualquiera, a pesar de cómo es ella, acabará disfrutando a la hora de leerla.

Ciudad de Ceniza tened despliega acción como mínimo a la altura de su predecesor, además de buenas dosis de romance a raudales pero sin causar un riesgo considerable de diabetes aguda. Sus personajes y su trama son muy capaces de atrapar irremediablemente al lector si éste conecta de verdad con lo que atesora sus páginas. Lógicamente, teniendo en cuenta el título original de la saga, aquí tendrá su aparición y relevancia el siguiente de los tres Objetos Mortales. Del título de este segundo libro en sí creo que se entenderá al final, aunque para mí veo cierto vínculo con el capítulo 10 “Un lugar bonito e íntimo”... quien lo haya leído o vaya a leerlo, quizás piense igual que yo.
Un final estupendo que da mucho juego para su continuación, que despierta ganas de más, con cabos sueltos, asuntos aún por terminar y algo que veremos en los últimos segundos de lectura de este libro. No me ha defraudado, como digo más arriba, volando justo a la altura de su predecesor y que está claro que no siempre las segundas partes son malas.

La portada, como siempre, cumple su cometido de manera soberbia, mostrándonos esta vez a Jace con torso al descubierto y plagado de Marcas. De nuevo el mismo patrón en general de su diseño, con la vista de grandes edificios que evocan a Nueva York, los tonos dorados y algo verdosos de ésta son perfectos para el personaje reflejado en ella.

Conclusión: Ciudad de Ceniza es una excelente continuación que al terminar su lectura promete más para el que va después. Sorprendente y expectante hasta literalmente sus últimas palabras. Llegados a esta altura de la saga, uno la amará o le será indiferente, pero creo que es difícil no rendir las armas a la creatividad de Cassandra Clare.


Mi valoración global: 4,5/5


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